Disfrutar del buen tiempo, de las actividades y de la exposición solar no solamente es bueno para que los niños y adolescentes tomen aire y se liberen del estress de las actividades cotidianas, sino que es mucho más que eso. Es aprendizaje.
Necesitan estar al aire libre para jugar, investigar, explorar qué hay más allá de las paredes de su casa, de la televisión, de Internet y de los videojuegos. El buen tiempo ofrece todo un mundo por descubrir. El aire libre es, desde luego, el mejor entorno de los juegos infantiles y adolescentes.
Los parques y plazas son los principales contextos para el juego de ambos, en especial aquellos que viven en la ciudad, donde además de jugar entran en contacto con sus pares de distintas realidades sociales, y es en ese ámbito donde se da un intercambio ideal para el aprendizaje. Es necesario para su mayor formación, que de vez en cuando se trasladen fuera de la ciudad, para poder disfrutar de espacios verdes mas amplios y un mayor contacto con la naturaleza, y la actividad ideal para esto es un “Campamento”.
Como decía antes, jugar al aire libre es muy positivo. Desde el punto de vista de la salud física estimula la actividad y el ejercicio, los niños y los jóvenes desarrollan sus habilidades motoras, aprenden a situarse en el espacio, a controlar su cuerpo y conocer sus potencialidades, además de potenciar sus defensas inmunitarias.
También es importante para su desarrollo intelectual, ya que estimula la concentración y el aprendizaje favoreciendo que luego adquieran nuevos conceptos con mayor facilidad, en el caso de actividades campamentiles, también se desarrolla el pensamiento lógico y critico al verse enfrentados a situaciones problemáticas que deberán resolver en beneficio de todo el grupo.
Desde el punto de vista social, están en contacto con sus pares, hacen amigos, juegan, establecen normas, aprenden a relacionarse, desarrollan la capacidad de trabajar en equipo, aprenden a confiar en los demás, a resolver conflictos, a negociar y un sinfín de cosas mas, en definitiva, están aprendiendo a convivir con otras personas, tanto con los de su misma edad como con los adultos.
Finalmente solo les digo… aprovechen el buen tiempo disfruten del aire libre y pasen un buen rato en familia. No hace falta que sea un gran plan, una sencilla visita al parque con los hijos y porque no con los hijos de los vecinos, puede resultar muy divertida, además de ser saludable y muy beneficiosa y… estrechar vínculos con quienes tenemos a nuestro alrededor ¡ah!... y sin gastar dinero.
Jorge Echevarria (Recreador de I.N.A.U.)
