todo sobre recreacion
  Chistes de militares
 
Se encuentra un soldado veterano explicando a unos amigos lo que le pasó en la guerra y les cuenta:
Yo tuve la experiencia de caerme dentro de una letrina en el campo.
¡Increíble!, comentan los amigos.
¿Hasta dónde te impregnaste de toda esa porquería?, preguntan.
El veterano contesta:
Hasta los tobillos.
¡Ah, por lo menos no estaba tan llena!, suspiran sus amigos.
¿Que no? ¡Caí de cabeza!
En el ejército:
El coronel a su ayudante:
Mañana a las nueve habrá un eclipse de sol, fenómeno que no ocurre todos los días. Ordene que salga la tropa al patio en traje de faena para que puedan observar esta rareza natural, y yo estaré presente para explicarla. Si llueve, no podrá verse nada, así que ordenará usted que se lleven la tropa al gimnasio.
El ayudante del coronel al capitán:
Por orden del coronel, mañana a las nueve habrá un eclipse de sol; si lloviera no podrá verse desde el patio y, por consiguiente, en traje de faena el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, cosa que no ocurre todos los días.
El teniente al sargento:
Mañana a las nueve, en traje de faena, el coronel eclipsará al sol en el gimnasio, como ocurre todos los días que hace buen tiempo, si llueve tendrá lugar en el patio.
El sargento al cabo:
Mañana a las nueve el eclipse del coronel en traje de faena por el sol tendrá lugar en el gimnasio; si llueve allí, cosa que no ocurre todos los días, la tropa formará en el patio.
Comentarios entre la tropa:
Mañana si llueve, el sol eclipsará al coronel en el gimnasio. Lástima que esto no ocurra todos los días.
 

Ingresan nuevos reclutas a la reserva militar, el coronel pide que se formen en fila y que se enumeren del 1 al 7. Del 1 a 6 los reclutas dicen con voz alta su número, 1, 2, 3, etc. el séptimo con voz sexy dice:
¡Siete!
El coronel frunce la frente y repite algo enojado:
Favor volver a decir sus números.
Y nuevamente 1, 2 y el séptimo nuevamente con voz sensual dice:
¡Siete!
El coronel muy enojado se acerca al recluta y le dice con voz fuerte:
A mí me gustan los hombres.
Y el siete contesta con voz sensual:
¡Que bueno, a mí también!
 

Un soldado muy enojado le pregunta al capitán:
Capitán, capitán, ¿Es cierto que usted anda diciendo que nos besamos atrás del almacén de los materiales de guerra?
No, yo no he dicho nada, contesta el Capitan.
Y dice el soldado:
¡Entonces nos vieron mi capitán!
 
En un cuartel de la milicia, había un soldado raso que era muy buena gente, ayudaba a todo el mundo en sus tareas, tenía muy buen sentido del humor, era muy colaborador, y además era muy estudioso, lo cierto es que al hombre todo el mundo lo quería. Un día mandan un telegrama al cuartel donde dice que la mamá de éste soldado había muerto, pero nadie quería decirle tan mala noticia, el capitán que es quién recibe los mensajes manda al comandante y le dice:
Comandante, tiene la dura tarea de decirle a Gonzáles que su mamá murió.
Y el comandante sale todo afligido y le dice a otro y ese otro le dice a otro y así hasta que se encuentran con un cabo que era más malo que el odio, que dice:
Dame acá, yo soy quien se lo va decir, quiero a todos los rasos aquí en fila, y los rasos se colocan, que den un paso adelante los que tengan a su mamá viva.
¡Gonzáles!, dije los que tienen la mama viva.
 
   
 
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